El 11 de marzo asumirá la presidencia de Chile Sebastián Piñera. Lo hará a pocos días de la tragedia del terremoto que dejó más de 800 personas muertas y, según se calcula, más de 15 mil millones de dólares en pérdidas económicas.
Hay quienes creen que el futuro presidente aplicará una política de libre mercado a favor de la competencia y la igualdad ante la ley. Mario Vargas Llosa, por ejemplo, le dio su respaldo en la campaña electoral y celebró su triunfo.
Mucha gente cree que Vargas Llosa adhiere al liberalismo. Yo pienso que él quisiera adherir a esa posición, pero creo que confunde la posición a favor del mercado con la posición a favor de la empresas privadas.
La confusión aumenta quizá porque se asocia a Sebastián Piñera con su hermano, José Piñera. Este último es quien creó el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones, desarrollando una intuición de Milton Friedman, publicada en los años sesenta.
Sebastián Piñera es, ideológicamente hablando, lo contrario de su hermano, José Piñera. Es alguien que está a favor de las empresas privadas, pero no de la libre competencia.
Sebastián Piñera propone duplicar la subvención estatal a la educación entre 2010 y 2018. Su programa establece un subsidio a los hogares más vulnerables, estableciendo un ingreso mínimo anual de 570 dólares.
Sólo para el primer año de su gobierno contempla un subsidio al empleo de mujeres y otros “grupos vulnerables” de 175 millones de dólares. Su programa de gobierno habla de distribuir “notebooks” para los estudiantes de los colegios públicos menos favorecidos.
El presidente electo ha previsto, además, un “apoyo tributario” para las pequeñas y medianas empresas. La estrella de la propuesta electoral, sin embargo, es la oferta de un millón de empleos durante su mandato.
Nadie que crea en una política de libre mercado puede ofrecer empleos. Menos aún, una cantidad determinada de puestos de trabajo. Eso es populismo.
Favorecer a ciertas empresas con regímenes tributarios especiales es lo contrario a la libre competencia. Subsidiar a los “grupos vulnerables” es paternalismo, no liberalismo.
Regalar computadoras es demagógico porque la brecha educativa no está en las herramientas sino en el conocimiento y la economía que hacen posible su uso productivo.
Las promesas de Sebastián Piñera, sin embargo, no apuntan a un cambio esencial de libreto, sino sólo de la lista de beneficiarios del Estado.
Algún vendedor de lap tops va a estar mejor, pero la economía no va a mejorar a largo plazo.
Por Federico Salazar
jueves, 11 de marzo de 2010
POLITÓLOGOS Y POLÍTICOS
Debo confesar que desconfío de aquellos que nos dicen que la labor de un científico social es explicar “por qué las cosas son como son”. Habría que preguntarse qué cosa es “como son” y si la realidad es “como es”. Diera la impresión que la realidad social (subrayo social) es una (o única) y que el trabajo del científico social consistiría en ser un simple notario de unos hechos de los cuales tendría que dar cuenta.
Este es un viejo debate y, por lo tanto, un viejo problema. Thomas Hobbes (inglés y autor del famoso libro El Leviatán) ya en el siglo XVII decía algo muy importante al respecto: “En efecto, verdad y falsedad son atributos del lenguaje y no de las cosas. Y donde no hay lenguaje no existe verdad y falsedad”. Para este autor, la verdad consiste “en la correcta ordenación de los nombres en nuestras afirmaciones….”, es decir, en la capacidad de ordenar un conjunto de hechos que son percibidos como caóticos.
Por eso es importante diferenciar lo que es sentir de conocer. El primero puede ser definido como una sucesión caótica de hechos que nuestros sentidos perciben. El segundo, como la capacidad de ordenar, a través del lenguaje, estos hechos que percibimos. El lenguaje, finalmente, crea la realidad (social) puesto que la ordena, esto es, la significa y le da sentido. Hay que decir además que como el lenguaje es artificial, ello supone un acuerdo entre los individuos.
Con ello quiero decir que debemos dejar de lado dos cosas si queremos procesar un debate serio: por un lado, esta suerte de oficio de notario que busca dar cuenta de una “realidad”, y por el otro, este “objetivismo” de que las cosas son como son porque la realidad es supuestamente única y se construye al margen de las voluntades de los individuos. Si así fuera, por ejemplo, no tendría sentido en la sociología el famoso teorema de Thomas (1928) que nos dice: “Si las personas definen las situaciones como reales, estas son reales en sus consecuencias”.
Todo ello no es, por cierto, una invitación al relativismo y menos a un eclecticismo. Los científicos sociales lo que enuncian es una suerte de “verdad” que no es la única ni la mejor porque otros también enunciarán sus verdades. Es cierto que este debate se da en un marco de “razonabilidad”. Nadie está invitando a que se enuncie el disparate o que se deje de lado metodologías y teorías; los enunciados para que sean aceptables deben ser consistentes. Por eso un científico social debería ser un poco más humilde y decir: aquí les presento mi punto de vista que es distinto a otros puntos de vista sobre tal tema o sobre tal hecho.
De otro lado, este debate se hace aún más complejo cuando hablamos de política. Qué es una verdad en política. Explicar la realidad tal “como es” para ganar seguidores o, más bien, establecer nexos comunicativos con los otros para construir con ellos no solo una verdad social o compartida sino también una voluntad pública (política) capaz de transformar o mantener una “realidad” (según la opción que tengamos).
Lo que diferencia a un político de un científico social no es, por tanto, la “objetividad” sino más bien algo muy distinto: mientras que el político busca explicar la “realidad” para crear una voluntad pública (mediante la comunicación) para así transformar o mantener esa realidad, el científico social explica esa “realidad” pero no tiene (o no tendría) intención de crear una voluntad pública orientada a la acción política.
Por eso creo que el problema no es tanto la objetividad de los científicos sociales sino más bien otro: la permanente invasión de los científicos sociales (y politólogos) –que carecen de responsabilidades políticas– en el campo de la política. Dicho en otros términos: asumir un comportamiento (y un discurso) político con la vestimenta del científico social o del académico “neutral”.
(*) albertoadrianzen.lamula.pe
Este es un viejo debate y, por lo tanto, un viejo problema. Thomas Hobbes (inglés y autor del famoso libro El Leviatán) ya en el siglo XVII decía algo muy importante al respecto: “En efecto, verdad y falsedad son atributos del lenguaje y no de las cosas. Y donde no hay lenguaje no existe verdad y falsedad”. Para este autor, la verdad consiste “en la correcta ordenación de los nombres en nuestras afirmaciones….”, es decir, en la capacidad de ordenar un conjunto de hechos que son percibidos como caóticos.
Por eso es importante diferenciar lo que es sentir de conocer. El primero puede ser definido como una sucesión caótica de hechos que nuestros sentidos perciben. El segundo, como la capacidad de ordenar, a través del lenguaje, estos hechos que percibimos. El lenguaje, finalmente, crea la realidad (social) puesto que la ordena, esto es, la significa y le da sentido. Hay que decir además que como el lenguaje es artificial, ello supone un acuerdo entre los individuos.
Con ello quiero decir que debemos dejar de lado dos cosas si queremos procesar un debate serio: por un lado, esta suerte de oficio de notario que busca dar cuenta de una “realidad”, y por el otro, este “objetivismo” de que las cosas son como son porque la realidad es supuestamente única y se construye al margen de las voluntades de los individuos. Si así fuera, por ejemplo, no tendría sentido en la sociología el famoso teorema de Thomas (1928) que nos dice: “Si las personas definen las situaciones como reales, estas son reales en sus consecuencias”.
Todo ello no es, por cierto, una invitación al relativismo y menos a un eclecticismo. Los científicos sociales lo que enuncian es una suerte de “verdad” que no es la única ni la mejor porque otros también enunciarán sus verdades. Es cierto que este debate se da en un marco de “razonabilidad”. Nadie está invitando a que se enuncie el disparate o que se deje de lado metodologías y teorías; los enunciados para que sean aceptables deben ser consistentes. Por eso un científico social debería ser un poco más humilde y decir: aquí les presento mi punto de vista que es distinto a otros puntos de vista sobre tal tema o sobre tal hecho.
De otro lado, este debate se hace aún más complejo cuando hablamos de política. Qué es una verdad en política. Explicar la realidad tal “como es” para ganar seguidores o, más bien, establecer nexos comunicativos con los otros para construir con ellos no solo una verdad social o compartida sino también una voluntad pública (política) capaz de transformar o mantener una “realidad” (según la opción que tengamos).
Lo que diferencia a un político de un científico social no es, por tanto, la “objetividad” sino más bien algo muy distinto: mientras que el político busca explicar la “realidad” para crear una voluntad pública (mediante la comunicación) para así transformar o mantener esa realidad, el científico social explica esa “realidad” pero no tiene (o no tendría) intención de crear una voluntad pública orientada a la acción política.
Por eso creo que el problema no es tanto la objetividad de los científicos sociales sino más bien otro: la permanente invasión de los científicos sociales (y politólogos) –que carecen de responsabilidades políticas– en el campo de la política. Dicho en otros términos: asumir un comportamiento (y un discurso) político con la vestimenta del científico social o del académico “neutral”.
(*) albertoadrianzen.lamula.pe
jueves, 25 de febrero de 2010
"APP ES DE LOS POBRES"
Correo: El alcalde de Trujillo y líder fundador del partido Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, encabezó en Mocan (Valle Chicama) una manifestación de cierre de campaña del candidato Ernesto Reyes, que postula por su partido a la alcaldía del Concejo Menor.
"Alianza para el Progreso es el partido de los pobres, el partido que quiere gobernar el país con una política de rostro humano, para lograr una mejor calidad de vida de los peruanos", dijo Acuña.
"Alianza para el Progreso es el partido de los pobres, el partido que quiere gobernar el país con una política de rostro humano, para lograr una mejor calidad de vida de los peruanos", dijo Acuña.
martes, 23 de febrero de 2010
FACEBOOK COMO HERRAMIENTA ELECTORAL: EN LA RED SOCIAL YA SE SIENTE LA CAMPAÑA
Comienzan a aparecer en Internet diversos grupos creados a favor y en contra de candidatos como Keiko Fujimori, Luis Castañeda y Álex Kouri
En la popular red social Facebook ya comenzaron a calentarse los próximos comicios municipales, regionales y presidenciales. Primero fue el famoso grupo “No a Keiko”, que nació en clara oposición a la lideresa fujimorista. Pero ahora Luis Castañeda Lossio –su principal contendor según recientes encuestas– tendrá que lidiar también con la presión en Internet.
“No a Castañeda Lossio” es el nombre de la agrupación que, hasta esta mañana, ya cuenta con 1141 fanáticos y se actualiza desde el 30 de diciembre pasado.
“Ni a la alcaldía ni a la presidencia ni a ningún otro cargo. No importa qué digan las encuestas. Luis Castañeda es ineficiente (el transporte público habla por sí solo), oportunista y corrupto”, señala la descripción del grupo.
TAMBIÉN EN LIMA
Por si fuera poco, el aspirante a suceder a Castañeda Lossio en el municipio capitalino, Álex Kouri, también cuenta con una página en su contra. El grupo “No a Álex Kouri en Lima!”, con más de 1900 miembros hasta el momento, acusa al presidente regional del Callao por su pasado inmoral, el video con Vladimiro Montesinos, y el caos de la Vía Expresa del Callao.
Cualquiera sea el bando de dónde vengan las críticas, queda claro que Facebook y otras redes sociales serán usadas como herramientas para las elecciones que se avecinan. El debate está puesto sobre la mesa.
En la popular red social Facebook ya comenzaron a calentarse los próximos comicios municipales, regionales y presidenciales. Primero fue el famoso grupo “No a Keiko”, que nació en clara oposición a la lideresa fujimorista. Pero ahora Luis Castañeda Lossio –su principal contendor según recientes encuestas– tendrá que lidiar también con la presión en Internet.
“No a Castañeda Lossio” es el nombre de la agrupación que, hasta esta mañana, ya cuenta con 1141 fanáticos y se actualiza desde el 30 de diciembre pasado.
“Ni a la alcaldía ni a la presidencia ni a ningún otro cargo. No importa qué digan las encuestas. Luis Castañeda es ineficiente (el transporte público habla por sí solo), oportunista y corrupto”, señala la descripción del grupo.
TAMBIÉN EN LIMA
Por si fuera poco, el aspirante a suceder a Castañeda Lossio en el municipio capitalino, Álex Kouri, también cuenta con una página en su contra. El grupo “No a Álex Kouri en Lima!”, con más de 1900 miembros hasta el momento, acusa al presidente regional del Callao por su pasado inmoral, el video con Vladimiro Montesinos, y el caos de la Vía Expresa del Callao.
Cualquiera sea el bando de dónde vengan las críticas, queda claro que Facebook y otras redes sociales serán usadas como herramientas para las elecciones que se avecinan. El debate está puesto sobre la mesa.
lunes, 22 de febrero de 2010
¿EN QUE MOMENTO SE ARREGO EL PERU?
Perú Político.Hace algunas semanas, este video ha empezado a circular el Internet. El poderoso mensaje que transmite en poco más de seis minutos es digno de un análisis por cada peruano que lo vea. El video describe uno de nuestros principales problemas sociales, pero a diferencia de lo que ocurre normalmente, este termina con un mensaje de esperanza, salvándose así de quedar en una simple crítica al abrir la puerta del cambio.
El video enfrenta uno de los más grandes problemas sociales que vive el Perú: la cultura del “vivo”. Ese comportamiento social característico del peruano urbano dónde evadir impuestos te hace más “atrevido”, colarse en una fila para no esperar más “inteligente” y coimear a un policía es cosa de todos los días. Actitudes que tristemente se han vuelto tan comunes que han pasado a ser aceptadas por la sociedad como normales, bajando como consecuencia nuestro propio estándar de comportamiento. Por tantos años hemos aprendido a ensuciar nuestras calles y a acelerar en lugar de dar el paso, que hoy en día quien trata de manejarse por las reglas sociales adecuadas difícilmente sobrevive.
La narración nos hace ver que la crisis social que hoy asfixia al Perú no es sólo culpa de los gobernantes que siempre acusamos, pero también nuestra. Cada uno de nosotros es responsable del desarrollo y progreso de nuestro país, somos la materia prima, somos también parte del Estado peruano, cargamos la responsabilidad de elegir a nuestros gobernantes y unidos formamos el conjunto. Los políticos sin duda alguna tienen un compromiso con el país y su deber es trabajar por todo el Perú, sin embargo, eso de ninguna forma nos exime de nuestra responsabilidad como ciudadanos en este camino.
Hasta que no podamos consolidar un “pacto social” a través del cual todos podamos cuidar nuestros parques porque sepamos que los que lleguen después también lo harán, en el que aprendamos a dar paso a un transeúnte porque sepamos que cuando a nosotros nos toque caminar nos lo darán; no podremos superar la gran cadena de problemas sociales que venimos arrastrando hace ya demasiados años.
De la misma manera, debemos superar como sociedad nuestros prejuicios, el racismo subyacente que continua dividiendo a clases sociales por el color de la piel. Aceptar, finalmente, que somos todos iguales, y todos somos igual de peruanos.
El video enfatiza que sin duda alguna, el Estado debe invertir para hacer posible una educación adecuada para todos los peruanos, un buen sistema de justicia, proveer más oportunidades laborales, entre otros, pero ninguno de estos avances nos llevará a ser un país desarrollado si primero no tenemos ejemplos a los que mirar y hogares que nos den valores para aprender a asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos.
Si todos viéramos este video y nos hiciéramos la pregunta que sugiere: ¿en qué momento se arregló el Perú?, en lugar de seguir preguntándonos en qué momento fue que se jodió, ¿creen que podríamos empezar a alimentar la esperanza en nuestras calles?
Probablemente sí. Mientras más crezca un verdadero orgullo de ser peruanos, más se fortalecerá nuestra ciudadanía y con ella la inclusión, la responsabilidad y el sentimiento de que verdaderamente, como lo dice el video, SI SE PUEDE.
Sin duda alguna no todos nuestros problemas son sociales, pero si lo es la raíz de muchos de ellos. Si empezamos los cambios en nosotros mismos, tal vez antes de darnos cuenta podamos cambiar, desde abajo hacia arriba, nuestro destino.
Mariana Costa
Fuentes: http://www.youtube.com/watch?v=H30jOvc3hAk
Responsabilidad Social: Todos
sábado, 20 de febrero de 2010
Lección, aun no Aprendida.
Este último viernes 19 y sábado 20 de Febrero se desarrolló en Trujillo el Seminario Elecciones 2010: Estrategias para la gestión eficiente de las comunicaciones y construcción de legitimidad social”. A mi modo de ver, el título es demasiado extenso, bastaba sólo decir “Elecciones 2010 cómo ganarlas” Y con seguridad hubiera asistido más de un político de esos que con su plata y con el simple hecho de satisfacer su ego, vanidad y deseos de ostentar poder, buscan a como de lugar llegar a ocupar el sillón municipal, regional, congresal o presidencial de darse el caso; bueno allá ellos.
Con respecto al seminario, debo reconocer que los organizadores se preocuparon mucho para desarrollar un temario de acuerdo a las circunstancias, ya que es evidente que nuestra clase política cada día le da menos importancia a la construcción y gestión de una imagen pública positiva (¿acaso existe?); a la construcción de legitimidad social ( ¿con tanta revocatoria promovida, habrá legitimidad social?), a la confianza pública (el 81% de los Limeños no se sienten representados por sus autoridades, por lo tanto queda desterrada la confianza, si es que la hubo) y tal vez, lo más importante, gestionar los conflictos sociales (paciencia es cuestión de tiempo, sólo estamos algo somnolientos). Sobre este último término; los trujillanos, mejor dicho los políticos trujillanos, deberían sentirse privilegiados de desarrollar su carrera política por estos predios; ya que Trujillo y por añadidura La Libertad, somos reconocidos como la ciudad más culta del País; y, como buenos ciudadanos nos lo hemos creído. En tal sentido, no es pues de buenas costumbres expresar nuestro rechazo o desconfianza por medio de la protesta; nooo!… que va, eso solo lo hacen los “desadaptados” del sur y oriente de nuestro País.
Decíamos lineas arriba respecto de los conflictos sociales, que es cuestión de tiempo, para que las aguas de estos predios pierdan su cauce; ya que, no hace mucho; unos meses nada mas, algunos- pocos gracias a Dios- ciudadanos, aquellos que nos cuesta llamarles ciudadanos, sembraron el terror en la ciudad por medio del robo agravado, el secuestro, la extorción y lo mas repudiable los asesinatos; acciones que nos transmutaron de ser la ciudad más culta del País, y por ende pacífica; a ser llamada la ciudad más violenta y sangrienta de la Patria; pues allí una muestra de cómo las situaciones y condiciones cambian vertiginosamente.
Entonces, retomando la idea principal; respecto al Seminario en su conjunto, nuevamente decimos; que oportuno y orientador resulta este evento para nuestra clase política y para la ciudadanía en general, ya que para construir una ciudadanía y ciudad de paz, de armonía y en buena cuenta de bienestar, es indispensable a decir de Marcela Guerrero García; entender que ” La responsabilidad es de todos, la sociedad civil tiene que asumir el rol que le toca, exigir programas de gobierno, exigir trayectoria de vida, en los candidatos, exigir transparencia y sobretodo “vigilar”, estar atentos. El Perú, necesita una sociedad sana, para que pueda producir hijos sanos”
Por: Werner Velásquez.
Colectivo Compromiso Ciudadano
Con respecto al seminario, debo reconocer que los organizadores se preocuparon mucho para desarrollar un temario de acuerdo a las circunstancias, ya que es evidente que nuestra clase política cada día le da menos importancia a la construcción y gestión de una imagen pública positiva (¿acaso existe?); a la construcción de legitimidad social ( ¿con tanta revocatoria promovida, habrá legitimidad social?), a la confianza pública (el 81% de los Limeños no se sienten representados por sus autoridades, por lo tanto queda desterrada la confianza, si es que la hubo) y tal vez, lo más importante, gestionar los conflictos sociales (paciencia es cuestión de tiempo, sólo estamos algo somnolientos). Sobre este último término; los trujillanos, mejor dicho los políticos trujillanos, deberían sentirse privilegiados de desarrollar su carrera política por estos predios; ya que Trujillo y por añadidura La Libertad, somos reconocidos como la ciudad más culta del País; y, como buenos ciudadanos nos lo hemos creído. En tal sentido, no es pues de buenas costumbres expresar nuestro rechazo o desconfianza por medio de la protesta; nooo!… que va, eso solo lo hacen los “desadaptados” del sur y oriente de nuestro País.
Decíamos lineas arriba respecto de los conflictos sociales, que es cuestión de tiempo, para que las aguas de estos predios pierdan su cauce; ya que, no hace mucho; unos meses nada mas, algunos- pocos gracias a Dios- ciudadanos, aquellos que nos cuesta llamarles ciudadanos, sembraron el terror en la ciudad por medio del robo agravado, el secuestro, la extorción y lo mas repudiable los asesinatos; acciones que nos transmutaron de ser la ciudad más culta del País, y por ende pacífica; a ser llamada la ciudad más violenta y sangrienta de la Patria; pues allí una muestra de cómo las situaciones y condiciones cambian vertiginosamente.
Entonces, retomando la idea principal; respecto al Seminario en su conjunto, nuevamente decimos; que oportuno y orientador resulta este evento para nuestra clase política y para la ciudadanía en general, ya que para construir una ciudadanía y ciudad de paz, de armonía y en buena cuenta de bienestar, es indispensable a decir de Marcela Guerrero García; entender que ” La responsabilidad es de todos, la sociedad civil tiene que asumir el rol que le toca, exigir programas de gobierno, exigir trayectoria de vida, en los candidatos, exigir transparencia y sobretodo “vigilar”, estar atentos. El Perú, necesita una sociedad sana, para que pueda producir hijos sanos”
Por: Werner Velásquez.
Colectivo Compromiso Ciudadano
viernes, 19 de febrero de 2010
¿El partido liberal?
La política peruana está en una situación penosa. Lejos de tender a consolidarse en un sistema de pocos partidos institucionalizados que le den estabilidad y realidad a la democracia, se disgrega cada vez más en múltiples agrupaciones pequeñas y efímeras que crean el escenario para un nuevo autoritarismo. La entropía política no se detiene. Al punto que los partidos ya no tienen ni cuadros. Cómo será el asunto que, como ha acertado Juan Paredes Castro, ningún partido es capaz de presentar un candidato fuerte para Lima Metropolitana ni les interesa hacerlo. Entonces ya no tienen sentido. Deberían juntarse, pero no lo van a hacer.
Mientras tanto, la candidatura de Jaime Bayly sube a 5% en el ámbito nacional y puede convertirse en el puntillazo final de la política o, alternativamente, en su refundación. Pues lo sugestivo es que la intención de voto por él es tres veces más alta (10%) entre los jóvenes menores de 25 años, que entre los mayores. Jóvenes que a duras penas saben quién es el presidente están hablando de política. Ese es el fenómeno. Lo que sugiere que, en efecto, la candidatura de Bayly podría ser, paradójicamente, el comienzo de la regeneración de la política nacional si es que se decidiera a convertir su actuación en algo más que un acto egocéntrico de burla, desafío o regeneración personal. Es decir, si se decidiera a organizar un verdadero partido político —liberal, digamos— que incorpore de manera orgánica a esos jóvenes, los eduque en la preocupación nacional y desarrolle en ellos una vocación de liderazgo político y de servicio público.
Pues el síntoma de muerte de los partidos es la ausencia de jóvenes en ellos. La comunidad política se envejece, fragmenta y desprestigia cada vez más. Bayly podría simplemente terminar de desprestigiarla, pero también podría aportar la gran novedad de reincorporar a los jóvenes, renovándola. Así, Bayly podría no llegar a la presidencia en esta ocasión, pero fundaría un partido que, si se combina con reformas en el sistema de elegir congresistas, ayudaría a formar en el mediano plazo un sistema de pocos partidos serios y vitales, una democracia estable. Eso puede ser más importante que una gestión gubernamental. Pero requiere pasar de la travesura-aventura personal al emprendimiento político serio. Usar sus talentos para algo más que la redención personal.
La pregunta es si está dotado para ese nivel de desafío. Y la respuesta, por el momento, es negativa. Bayly destruye apenas construye. Agrede compulsivamente incluso a quienes, pensando como él, podrían ser sus colaboradores. Tendría que estar por encima de sus iras, controlar el ego, agradecer las críticas. ¿Podrá?
Por: Jaime de Althaus Guarderas
Mientras tanto, la candidatura de Jaime Bayly sube a 5% en el ámbito nacional y puede convertirse en el puntillazo final de la política o, alternativamente, en su refundación. Pues lo sugestivo es que la intención de voto por él es tres veces más alta (10%) entre los jóvenes menores de 25 años, que entre los mayores. Jóvenes que a duras penas saben quién es el presidente están hablando de política. Ese es el fenómeno. Lo que sugiere que, en efecto, la candidatura de Bayly podría ser, paradójicamente, el comienzo de la regeneración de la política nacional si es que se decidiera a convertir su actuación en algo más que un acto egocéntrico de burla, desafío o regeneración personal. Es decir, si se decidiera a organizar un verdadero partido político —liberal, digamos— que incorpore de manera orgánica a esos jóvenes, los eduque en la preocupación nacional y desarrolle en ellos una vocación de liderazgo político y de servicio público.
Pues el síntoma de muerte de los partidos es la ausencia de jóvenes en ellos. La comunidad política se envejece, fragmenta y desprestigia cada vez más. Bayly podría simplemente terminar de desprestigiarla, pero también podría aportar la gran novedad de reincorporar a los jóvenes, renovándola. Así, Bayly podría no llegar a la presidencia en esta ocasión, pero fundaría un partido que, si se combina con reformas en el sistema de elegir congresistas, ayudaría a formar en el mediano plazo un sistema de pocos partidos serios y vitales, una democracia estable. Eso puede ser más importante que una gestión gubernamental. Pero requiere pasar de la travesura-aventura personal al emprendimiento político serio. Usar sus talentos para algo más que la redención personal.
La pregunta es si está dotado para ese nivel de desafío. Y la respuesta, por el momento, es negativa. Bayly destruye apenas construye. Agrede compulsivamente incluso a quienes, pensando como él, podrían ser sus colaboradores. Tendría que estar por encima de sus iras, controlar el ego, agradecer las críticas. ¿Podrá?
Por: Jaime de Althaus Guarderas
jueves, 18 de febrero de 2010
Historia reciente que no se si debe repetir.
La Región La Libertad tiene como historia política reciente al aprismo como partido y como gobierno; que van desde los Alcaldes como: Luis Santa María Calderón, seguido por Miriam Pilco Deza, Jorge Torres Vallejo y el más reciente Pepe Murgia con sus 16 años de gobierno; quien a inicios del 2006 encamino sus pretensiones de la Alcalde Provincial de Trujillo hacia la Presidencia del Gobierno Regional de La Libertad; por lo que no tuvo mejor opción que dejar la conclusión de su mandato en manos de su Teniente Alcalde Martin Sifuentes Palacios.
Es en esas circunstancias, que en las elecciones del 2006 postula Pepe Murgia para el Gobierno Regional y Moisés Arias Quezada (ex alcalde del Distrito de Víctor Larco) para la Alcaldía Provincial de Trujillo ambos por el Partido Aprista Peruano; en el caso de Pepe Murgia no tiene contratiempos para consolidar su triunfo para el sillón del Gobierno Regional de La Libertad: pero Arias Quezada compite voto a voto con el ex congresista y candidato del Partido Político Alianza para el Progresos Cesar Acuña Peralta, quien vence al candidato del APRA con una diferencia significativa, la cual consolida el triunfo de APP y rompe una historia de pueblo cautivo del APRA.
Este acontecimiento inesperado para el aprismo, permite tener una nueva lectura; de que el voto Aprista ya no es cautivo de sus mártires y doctrina; sino que la población electoral había cambiado sus preferencias respecto a los partidos políticos y a los candidatos. Justamente esa búsqueda de sentirse atendidos en sus necesidades, escuchados en sus pretensiones y servidos de manera preferente da origen a un nuevo enfoque respecto al partido y al candidato: donde sale a relucir la figura del empresario de la educación Cesar Acuña Peralta, quien es referente de éxito y de solvencia económica que garantiza honestidad y buena gestión en un eventual gobierno. Como consecuencia de esta percepción ciudadana, en las elecciones municipales del 2006 se logro que los candidatos Distritales de Alianza para el Progreso obtengan los mismos resultados que su Líder, lo cual se consolida con el triunfo respecto de sus adversarios.
PARTE I
Por: Werner Velásquez.
Colectivo Compromiso Ciudadano
Es en esas circunstancias, que en las elecciones del 2006 postula Pepe Murgia para el Gobierno Regional y Moisés Arias Quezada (ex alcalde del Distrito de Víctor Larco) para la Alcaldía Provincial de Trujillo ambos por el Partido Aprista Peruano; en el caso de Pepe Murgia no tiene contratiempos para consolidar su triunfo para el sillón del Gobierno Regional de La Libertad: pero Arias Quezada compite voto a voto con el ex congresista y candidato del Partido Político Alianza para el Progresos Cesar Acuña Peralta, quien vence al candidato del APRA con una diferencia significativa, la cual consolida el triunfo de APP y rompe una historia de pueblo cautivo del APRA.
Este acontecimiento inesperado para el aprismo, permite tener una nueva lectura; de que el voto Aprista ya no es cautivo de sus mártires y doctrina; sino que la población electoral había cambiado sus preferencias respecto a los partidos políticos y a los candidatos. Justamente esa búsqueda de sentirse atendidos en sus necesidades, escuchados en sus pretensiones y servidos de manera preferente da origen a un nuevo enfoque respecto al partido y al candidato: donde sale a relucir la figura del empresario de la educación Cesar Acuña Peralta, quien es referente de éxito y de solvencia económica que garantiza honestidad y buena gestión en un eventual gobierno. Como consecuencia de esta percepción ciudadana, en las elecciones municipales del 2006 se logro que los candidatos Distritales de Alianza para el Progreso obtengan los mismos resultados que su Líder, lo cual se consolida con el triunfo respecto de sus adversarios.
PARTE I
Por: Werner Velásquez.
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